Muchas veces cuando nos referimos a aquellas personas que son importantes en nuestra vida o que tienen alguna influencia en nosotros, olvidamos quién somos realmente, entonces nos preguntamos ¿Es buena la admiración?
De acuerdo con la página de consulta Wordreference.com, la admiración es “una consideración especial que se tiene hacia alguien o algo por sus cualidades”.
Cada uno de nosotros escoge a una persona en especial que la mayoría de los casos se relaciona con el trabajo que nosotros realizamos o nuestra carrera. En mi caso, como periodista debo admitir que la admiración no es mi fuerte, sin embargo, reconozco que existen personas en este medio que tienen grandes atributos.
La señora Pilar Cisneros, por ejemplo, para mí es una persona de gran talento tanto periodístico como organizacional. Logra administrar un canal como lo es Teletica canal 7 pero no se desvía en ningún momento, siempre sigue su objetivo. Enfrenta, sin importar nada, a cualquier persona, con tal de lograr una información veraz, y sacar a la luz lo que las personas deben saber.
Es importante distinguir entre admiración y obsesión porque el límite entre estas dos cosas es muy delgado, y sobre todo recordar que cada uno de nosotros tiene “su toque” y que no debemos cambiar por nada ni por nadie, pero si tenemos derecho a buscar una guía: un ejemplo a seguir.
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