lunes, 6 de septiembre de 2010

Nutrición sin lactosa

La intolerancia a la lactosa no nos permite disfrutar de ciertas comidas pero aquí le damos algunos consejos para una buena nutrición.

La intolerancia a la lactosa se da en personas que producen poca lactasa, una enzima necesaria para digerir la lactosa: el azúcar de la leche.

De acuerdo con el doctor Ricardo Fernández, la intolerancia no se debe confundir con alergia a la leche. Los síntomas de una alergia son vómitos y problemas respiratorios después de consumir algún lácteo, en cambio la persona que padece de intolerancia a la lactosa presenta distensión abdominal, cólicos, nauseas y diarreas a la hora de consumir lácteos.

La principal recomendación para quienes tienen este padecimiento es eliminar del todo en su dieta la leche, sus derivados y alimentos que la contengan, y optar por opciones deslactosadas.



¡Adiós al malestar!

Lo primero es reconocer cuales son los alimentos que contienen lactosa para así poder evitar su consumo. Debe considerar la leche, los helados, quesos, natilla, mantequilla y crema dulce.

No puede olvidar poner atención en los demás alimentos que pueden tener fuentes de lactosa como los panes, caramelos, galletas, salsas, entre otros.

A pesar de que la recomendación es eliminar los lácteos es importante que permanezca en un control para que no sufra de deficiencia de calcio, por lo que los expertos recomiendan que a pesar de sus efectos, se debe incorporar paulatinamente en la dieta algún producto con leche.

Si no es posible que consuma un poco de leche, refuerce su dieta con alimentos fuentes de calcio como vegetales verdes, salmón, sardinas y almendras.

En el caso de yogurt, los nutricionistas recomiendan que no sea eliminado de su dieta ya que al contener ciertas bacterias, ayuda a predigerir la lactosa por lo que no ocasiona malestar.

Cada persona presenta niveles de tolerancia diferentes, por eso no olvide probar poco a poco.